Longevidad
Hace poco vi la serie documental de Netflix sobre las zonas azules que salió en el 2019, lo cual dice mucho sobre lo poco al día que estoy con respecto al contenido, pero eso es otro tema. Para quienes no saben, las zonas azules son ciertas áreas donde se produce la mayor cantidad de personas centenarias en el mundo. Dan Buettner es un investigador que escuchó sobre esto y quiso saber más al respecto. Se fue a Japón, Italia, Costa Rica y otros países donde estaban estos viejitos que, a pesar de tener casi o más de 100 años, no eran lo que uno se imaginaría. No eran unos señores que apenas podían moverse, sino que mantenían un nivel de salud bastante superior al típico viejito que uno se encuentra caminando muy lento en la calle. Después de estudiar el estilo de vida de estas personas, básicamente todo se resume a: dieta saludable, actividad física regular, gestión del estrés, conexiones sociales fuertes y propósito o sentido de vida. Todas estas son vainas en las que yo frecuentemente fracaso y apenas tengo 30, hasta ahora todo mal en el camino a cumplir 100 años.
Mientras veía estos 4 episodios, mi opinión estaba dividida entre: ¿quién quiere vivir 100 años teniendo que cuidar demasiado su alimentación, cuánto duerme, haciendo ejercicio frecuentemente, reduciendo el consumo de alcohol? Pero otra parte de mí estaba como, que cool llegar a esa edad así de sano y con un círculo de amistades/familia tan presente, aunque yo no soy la persona más sociable. Emigrar te hace darte cuenta de lo importante que son las amistades, pero viviendo yo en Francia, que es un país conocido por tener a la gente más odiosa del mundo y en mi poca experiencia socializando (con contadas excepciones) es así. Pero pude notar rápidamente que ese pensamiento de primera capa de “qué ladilla cuidarse la vida es una sola” está muy mal, pero es algo que suelo pensar y que siento que hay dos vertientes de cómo hay que vivir que se ven muy frecuentemente. Por un lado te dicen, la vida es una sola, disfrútala y aprovéchala que después te mueres y lo único que hiciste fue trabajar y no hiciste las cosas que querías. Y por el otro lado está el, la vida es una sola, cuídala, estudia, ahorra para que cuando estés viejo no tengas que seguir trabajando o dependiendo de alguien más porque no te preparaste lo suficiente y no tengas que arrepentirte porque en el 95 perdiste el tiempo llorando y durmiendo como un bebé en vez de comprar unos terrenos.
Igual, siento que al final todo se resume a un equilibrio entre estos dos enfoques. No puedes vivir como si mañana fueses a morir porque posiblemente no sea así y mañana te vas a despertar más vivo que nunca y pagando las consecuencias de tu irresponsabilidad. Pero tampoco se trata solo de prepararse para el futuro y dejar de lado cualquier tipo de alegría porque el ocio también es importante y no pasa nada si te comes esa hamburguesa que no estaba metida en el presupuesto del mes (siempre y cuando no lo hagas a diario, ojo ahí).
Entonces, no pasa nada si no vives 100 años, pero también ya basta de quejarse de por qué no te enseñaron inglés o educación financiera en la escuela si ya eres un adulto y tú mismo no te has preocupado por aprender algo útil para tu futuro.